En 2021 el Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ), inició una investigación criminal en contra de Tesla debido a que presuntamente esa compañía, habría engañado o inducido a error tanto a consumidores, como a inversionistas y reguladores, mediante afirmaciones y mensajes imprecisos sobre las bondades del piloto automático, y de los sistemas de asistencia al conductor, característicos de sus vehículos.
Esos mensajes habrían generado en los conductores una falsa percepción de seguridad de la que pueden haberse derivado consecuencias mortales.
En el marco de esa pesquisa, el pasado 23 de octubre, Tesla reveló que el DOJ la había requerido para que aportara documentos relacionados con el funcionamiento de sus programas de Piloto Automático y del sistema de Conducción Autónoma (Full Self Driving Capability).
La investigación anterior se suma a otra, sobre el funcionamiento y la seguridad de esos sistemas, que inició, hace dos años, la Administración Nacional de Seguridad Vial (Nhtsa) de ese país, debido a la gran cantidad de accidentes de los vehículos de esa marca.
Según el Washington Post, desde el año 2019 se han reportado 736 siniestros que involucran vehículos Tesla.
En el último año, la Nhtsa ha realizado análisis de ingeniería y seguridad, en más 830.000 vehículos Tesla, con el fin de determinar si ellos cumplen con los estándares de seguridad. En caso contrario, la autoridad podrá ordenar el retiro de estos vehículos del mercado.
Los análisis han generado serias inquietudes sobre la eficacia de los sistemas de alerta al conductor que, según esa agencia, aparentemente no funcionaron sino hasta el minuto anterior a la colisión.
Para completar el panorama, las víctimas de los accidentes han instaurado numerosas demandas contra Tesla, que sostienen que los siniestros fueron el resultado de fallas en el funcionamiento del Piloto Automático y de los sistemas de Conducción Autónoma.
Por su parte, la compañía ha manifestado, con insistencia, que sus sistemas fueron diseñados con el propósito de reducir la carga de trabajo del conductor, pero que ello no exonera al piloto de estar vigilante y listo para tomar el control, en cualquier momento, toda vez que, en la actualidad esa tecnología aún no permite que el vehículo se conduzca de forma totalmente autónoma.
Estos argumentos fueron acogidos por la Corte Superior del Condado de Riverside, California, que el pasado 31 de octubre exoneró a Tesla en un proceso derivado de un accidente en el que murió un conductor al parecer estaba utilizando el piloto automático en el momento del siniestro.
Sin embargo, a esa compañía aún le queda por enfrentar ingentes batallas legales, en las que se determinaran si Tesla a inducido a error a los conductores con los mensajes y promoción de la tecnología incorporada en sus vehículos.
Según Reuters, desde el año 2016, Elon Musk ha sostenido en diversos foros públicos que los sistemas de sus automóviles son mejores conductores que los humanos, lo que permitirá a los usuarios de vehículos Tesla transportarse “sin tocar el volante”.
De ahí que las autoridades están analizando si estas afirmaciones han llevado a que los conductores se vuelvan complacientes y desprevenidos y han ocasionado estos accidentes.
Lo que sí está muy claro, es que esos mensajes son inconsistentes con los argumentos en los que Tesla ha sustentado su defensa y que llevan a concluir que los sistemas “autónomos” de conducción, no son realmente tales.