Hace unas semanas Margrethe Vestager, Comisionada de Competencia de la Unión Europea comentó a la cadena de noticias CNBC que la Unión Europea (UE) ha diseñado una estrategia para mantener su competitividad y al mismo tiempo fomentar la libre competencia.
Estas declaraciones reflejan que la política de competencia y la política industrial no son incompatibles y que, más aun, con frecuencia van de la mano y se complementan.
Agregó Vestager que el objetivo de las acciones que pretende acometer la UE consiste en luchar contra las prácticas anticompetitivas que se presentan en el comercio internacional y, en concreto, contra las importaciones a precios distorsionados de las economías de no mercado, en este caso, la importación de vehículos eléctricos de la China, que se benefician de subsidios que falsean la competencia y amenazan con causar un daño grave a los productores europeos.
Son estas ayudas financieras, y no la eficiencia de los productores chinos, las que les permite bajar artificialmente los precios tal y como lo puso de presente la Comisión Europea, en un comunicado de prensa del 12 de junio de 2024, en el que consignó los resultados preliminares de la investigación que sobre el particular adelantó la Comisión.
Para contrarrestar estas distorsiones e igualar la cancha de juego, la UE pretende aplicar unos derechos compensatorios, de entre 17.4% y 38.1% , a las importaciones de esos vehículos.
En este sentido, Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea expresó, en una intervención ante el Parlamento Europeo, que “Los mercados globales están ahora inundados con autos eléctricos más baratos y sus precios se mantienen artificialmente bajos por enormes subsidios estatales”.
En respuesta a estas acusaciones, el Ministerio de Comercio Chino aseguró que “China cree que las medidas de investigación propuestas por la Unión Europea son en realidad para proteger su propia industria en nombre de la “libre competencia”.
No obstante, el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales de Estados Unidos, una organización que realiza investigaciones sobre cuestiones políticas, económicas y de seguridad, estima que las subvenciones que ha recibido del gobierno la industria china de vehículos eléctricos ascienden a 230.9 mil millones de dólares, representado en diferentes apoyos financieros como exenciones de impuestos, financiación de infraestructura, programas de investigación y desarrollo, entre otros.
Antes de aplicar los derechos compensatorios, la Comisión se ha puesto en contacto con las autoridades chinas para discutir los resultados de la investigación y explorar posibles alternativas para resolver el asunto de una manera compatible con las disposiciones de la OMC.