Medicamentos y tarifas: la relocalización de la industria farmacéutica

Nov 18, 2025 | Publicaciones

IBARRA RIMÔN

A partir del pasado 1 de octubre EE.UU. comenzó a cobrar un arancel del 100% a los medicamentos de marca importados. Por si ello no fuera suficiente, Trump señaló a CNBC que este arancel podría incrementarse hasta el 250%.

La tarifa no se aplicará a los genéricos ni a las empresas que hayan construido o construyan en el futuro plantas en EE.UU., toda vez que lo que busca ese gravamen es forzar la relocalización de la producción farmacéutica, en ese país.

La decisión se ampara en la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962, que autoriza la adopción de medidas comerciales por razones de seguridad nacional.

Aunque se trata de obligar a las farmacéuticas a «volver a casa», la realidad económica sugiere que esta estrategia podría resultar más costosa que efectiva.

EE. UU. importa más de US $213 mil millones en productos farmacéuticos, principalmente de Irlanda, Suiza y Alemania. Según CNN,.

Como respuesta a la nueva política de aranceles de Trump, empresas como AstraZeneca, Johnson & Johnson y Eli Lilly han anunciado inversiones que superan los $250 mil millones para expandir su manufactura en EE.UU.

Según lo señalado por la BBC, el caso de EE.UU. es único en el contexto internacional, debido a la complejidad y fragmentación de su sistema de salud. EE. UU. carece de un sistema de cobertura universal, lo que genera una estructura de precios altamente opaca y dependiente de intermediarios privados,

Ello significa que los aranceles tendrán efectos impredecibles y potencialmente regresivos sobre el acceso a los medicamentos.

Se prevé que el impacto directo de estas tarifas, en Colombia, será mínimo. Según el Tiempo, la venta de fármacos a Estados Unidos en 2024 fue baja y se centró básicamente en los medicamentos genéricos.

Sin embargo, María Claudia Lacouture, presidente de AmCham Colombia, señala que la medida genera incertidumbre y forzará a revisar las cadenas de suministro.

La relocalización de la producción farmacéutica en Estados Unidos podría disminuir la disponibilidad de medicamentos en otros mercados, debido a la priorización de la demanda interna. Esta situación probablemente generará un incremento en los costos y ejercerá presión sobre los precios en América Latina, donde existe una elevada dependencia de importaciones y se dispone de una capacidad limitada de producción local.

En términos de comercialización, la coyuntura obliga a replantear estrategias. Clara Rodríguez, vocera de la Asociación Colombiana de la Industria Farmacéutica, ha manifestado que las empresas farmacéuticas colombianas deberán anticipar posibles incrementos en insumos importados y explorar mecanismos para diversificar proveedores, fortalecer la producción nacional y negociar condiciones más favorables en contratos internacionales.

Por consiguiente, aunque la medida pertenece a la política interna de EE. UU., ella puede representar un cambio significativo en la dinámica global de la industria farmacéutica y tiene el potencial de afectar los precios, la oferta y la competitividad en mercados como el colombiano.

De ahí que se requiere una respuesta estratégica que combine la gestión comercial, para mitigar efectos inmediatos a través de negociaciones bilaterales, con una coordinación regional en aras de mantener canales diplomáticos activos con el fin de gestionar la exclusión, del aumento de esos aranceles, y de evitar efectos colaterales que comprometan el acceso a medicamentos esenciales en Colombia.