La tusa que deja Truss en el Reino Unido

Nov 8, 2022 | Publicaciones

IBARRA RIMÔN

Gabriel Ibarra

El pasado 25 de octubre, luego de la renuncia de Liz Truss, quién será recordada como la primera ministra con la gestión más corta de la historia del Reino Unido (se prolongó por un total de 45 días), el partido conservador eligió a quién será su sucesor.

Se trata del ex ministro de finanzas Rishi Sunak, un magnate cuya fortuna, según The Guardian, supera a la del monarca Carlos III y quién será la primera persona de origen hindú en ocupar el cargo en el territorio británico.

Su nombre no está exento de controversia pues, aunque existe mucha confianza en su administración, al ser el ministro más joven en los últimos dos siglos, con apenas 42 años, se teme que su falta de experiencia lo lleve a cometer graves equivocaciones (The Economist).

De otro lado, se han realizado algunos cuestionamientos sobre su fortuna, que en gran parte se debe a la de su esposa, hija de un exitoso empresario de origen hindú, y que, según The Guardian, fue objeto de varias acusaciones sobre presunta evasión fiscal en otros países.

A pesar de las altas expectativas que tiene el partido conservador en el nuevo ministro, a Sunak no le va a quedar fácil hacer frente a la grave situación que han dejado sus antecesores.
La crisis energética derivada de la guerra de Rusia con Ucrania, junto con la escasez de suministros que dejó la pandemia, dan una idea muy clara de todos los retos con los que deberá lidiar el nuevo ministro para corregir los errores de quienes lo precedieron e intentar estabilizar el panorama económico del país.

Sunak debe ahora sortear grandes obstáculos representados en los graves problemas (crisis fiscal profunda, tasa de inflación histórica, partido fragmentado, etc) que son resultado de las iniciativas que él mismo apoyó y que pintan un panorama económico bastante sombrío.
Así, según la BBC, el nuevo primer ministro fue un aguerrido partidario del Brexit al sostener que la salida del Reino Unido de la Unión Europea significaba mayores libertades y una gran prosperidad para el país.

El tiempo ha demostrado lo contrario y el Brexit significó realmente el inicio de una serie de errores fatales que pueden atribuirse a las iniciativas del partido conservador.
Según The Economist, las finanzas públicas están en juego y todo indica que la controvertida y corta gestión de Truss desencadenó diversos problemas que sólo podrán ser solucionados con medidas poco populares como el alza de los impuestos y el recorte de gastos en el gobierno.

Por su parte, la BBC y CNN han expresado que el polémico paquete económico propuesto por Truss, que entre otras cosas consistía en la reducción de la tasa de impuestos para los más ricos, provocó caos en los mercados financieros y el desplome histórico de la libra esterlina frente al dólar.

Así que a Sunak le queda la peliaguda tarea de intentar solucionar las situaciones que su partido ayudó a crear, y hasta el momento no ha dejado saber cómo lo va a hacer.
Sería, por ejemplo, muy interesante conocer qué piensa hoy Sunak sobre el tema del Brexit.

El tiempo dirá si el nuevo ministro cuenta realmente con la entereza para rectificar las posiciones que sostuvo en el pasado y si logrará espantar los fantasmas que persiguen a su partido.
De todas formas, la renuncia de Truss refleja que no cualquiera puede mantenerse en el cargo de primer ministro y que en un país serio, como lo es el Reino Unido, los dirigentes no se escapan de rendir cuentas por su gestión.

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